Esos ratos, momentos, esas horas, esos días... Cuando crees que no le importan a nadie tus problemas, cuando sólo oyes como el resto habla, pero ni escuchas concentrado en tus problemas. Y aún asi, no dices nada, te lo guardas para ti. Entonces, un excelente momento en el que te pregunta un amigo: ¿Qué te pasa? Porque sólo con mirarte sabe que algo va mal. Entonces, te desahogas, y sientes una profunda felicidad por tener a ese alguien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario